El secretario del Consejo, Luis Vega, recuerda que la acumulación de pacientes en los pasillos se ha cronificado y que la situación va a peor. “El personal sanitario ya no es que esté desbordado, está asustado”, afirma.
La acumulación de pacientes en los pasillos el Servicio de Urgencias del Hospital Insular de Gran Canaria no es un problema puntual. La situación se está cronificando y cada vez va a peor. Es lo que denuncia Luis Vega, enfermero y secretario del Consejo Canario de Colegios de Enfermería, la organización que aglutina a los dos colegios provinciales de la profesión en esta comunidad autónoma, el de Santa Cruz de Tenerife y el de Las Palmas. Vega atendió este martes las múltiples llamadas de los medios de comunicación interesados en conocer las razones del nuevo episodio de colapso en las urgencias de Insular vivido esta semana, cuando “la congestión fue de tal magnitud que las ambulancias que llegaban con más pacientes tenían que hacer cola de tres horas a la espera de poder ingresar a los enfermos“.
El secretario del Consejo Canario de Colegios de Enfermería asegura el personal del Servicio de Urgencias “ya no es que esté desbordado, está asustado”. “Tenemos que ubicar a los pacientes hasta en las puertas de los ascensores que han tenido que ser bloqueados”, explica Luis Vega, gran conocedor de este servicio en el que trabajó durante más de 20 años. “Lo peor es que no hay en el horizonte una respuesta de la administración para resolver este problema“, insiste.
Los profesionales de enfermería llevan años denunciando que la situación del Servicio de Urgencias del Hospital Insular es caótica e insostenible. Se está soportando una carga asistencial inasumible que genera situaciones límite que afectan a la dignidad de los pacientes e imposibilita la realización de una labor asistencial con garantías por parte de los profesionales sanitarios.