El Colegio de Enfermería de Las Palmas invita al CCCM a proponer soluciones consensuadas ante los problemas de la atención primaria, en lugar de fomentar la discordia arremetiendo contra otros profesionales sanitarios.
El Colegio de Enfermería de Las Palmas (CELP) rechaza y condena rotundamente los ataques a la profesión enfermera realizados por el presidente del Consejo Canario de Colegios Médicos (CCCM), Rodrigo Martín, en su crítica a la nueva estrategia de Atención Primaria, denominada +AP, puesta en marcha por el Servicio Canario de la Salud (SCS). El CELP considera inaceptables las declaraciones del representante médico sobre las capacidades y competencias de las enfermeras, unas afirmaciones que, además de generar un profundo malestar entre las enfermeras, demuestran total desconocimiento, rozan el insulto y suponen una grave desconsideración hacia esta profesión.
El CELP recomienda al presidente del CCCM que, en lugar de fomentar de forma irresponsable el enfrentamiento y la discordia entre profesionales sanitarios, actúe con más sosiego, reflexión y serenidad. En este sentido, le invita a debatir y proponer soluciones consensuadas ante los problemas de una Atención Primaria condicionada cada vez más por el envejecimiento, la pluricronicidad y los determinantes sociales de la salud.
Los representantes de todas las profesiones sanitarias, insiste el CELP, deben implicarse por igual en la búsqueda proactiva de soluciones ante las nuevas necesidades asistenciales de la población. No es posible permanecer inmóviles ni anclarse en modelos del pasado que han demostrado su ineficacia frente a los actuales retos sanitarios de una sociedad cambiante. Tampoco es razonable quedarse estancados en el lamento o la crítica amarga. En lugar de arremeter contra otros profesionales, añade el Colegio de Enfermería, lo que se espera de los representantes de cualquier colectivo sanitario es que promueva el diálogo, fomente el debate constructivo, adopte una actitud propositiva y busque el acuerdo con el conjunto de agentes implicados en el funcionamiento del sistema de salud.
Atención Primaria
Sobre la cuestión de fondo –la nueva estrategia del SCS para Atención Primaria–, las enfermeras recuerdan que los protocolos de Gestión Enfermera de la Demanda (GED) ya están implantados en otras comunidades autónomas como Cataluña, Andalucía, Cantabria, Comunidad Valenciana o Castilla y León, demostrando ser una herramienta útil para agilizar el proceso asistencial y reducir las listas de espera.
A diferencia del Consejo Canario de Colegios Médicos, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC) está a favor de la Gestión Compartida de la Demanda, un modelo en el que cada profesional puede aportar una respuesta diferenciada en función de las características del problema de salud o la situación del paciente. Se trata de desmedicalizar las situaciones de baja complejidad que puedan ser resueltas con intervenciones de cuidados o recomendaciones de autocuidados, utilizando para ello las habilidades de los profesionales de enfermería, lo que mejora la accesibilidad de las consultas y redunda en una atención más ágil y eficiente a la población, sobre todo al grupo de pacientes con patologías crónicas.
El ejemplo de urgencias
Ya en los servicios de urgencias, desde hace décadas, son las enfermeras quienes atienden al paciente y lo derivan al profesional más indicado, en función del problema de salud que se presenta en cada caso. Este cribado inicial realizado por los profesionales de enfermería es hoy un modelo plenamente implantado y hasta los médicos reconocen el acierto de la medida.
Con la GED en Atención Primaria sucederá lo mismo, porque las enfermeras son personal altamente cualificado, capacitado para tareas con un nivel de complejidad muy alto, funciones que a nivel internacional están siendo asumidas como una enfermería de práctica avanzada. A nivel internacional son numerosos los estudios (por ejemplo, Laurant et al, Nurses substitutes of doctors in primary care, 2019) que concluyen que, para determinados problemas de salud y especialmente para las afecciones crónicas, los profesionales de enfermería proporcionan similar o mejor calidad de atención que sus compañeros médicos de atención primaria y logran similares o mejores resultados de salud para los pacientes.
Seguridad para el desarrollo de las competencias enfermeras
Para que esto se convierta en realidad en Canarias, el CELP reclama que el Servicio Canario de la Salud proporcione las herramientas adecuadas para aumentar la capacidad de actuación de las enfermeras, dotándolas de seguridad y garantizando el pleno desarrollo de sus competencias.
Por último, el Colegio de Enfermería de Las Palmas hace un llamamiento a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias para que mejore la interlocución con los representantes de las diferentes profesiones sanitarias. Habría sido deseable, señala el CELP, que antes de la puesta en marcha de la nueva estrategia +AP, la Consejería de Sanidad hubiera hablado con todos los colegios de medicina y enfermería de Canarias, al objeto de mejorar el programa con las aportaciones de los profesionales y recabar así el máximo consenso posible en las medidas a aplicar para mejorar la calidad asistencial en Atención Primaria.