El Colegio Oficial de Enfermería de Las Palmas (CELP) ha entregado al Servicio Canario de la Salud un listado con los datos de 400 enfermeras y enfermeros dispuestos a incrementar sus horas de trabajo para acelerar la Estrategia de Vacunación en el archipiélago, tras el llamamiento realizado por la propia Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. Se trata de profesionales que se han inscrito voluntariamente en el colegio profesional en respuesta a la demanda de enfermeros planteada por el sistema público de salud ante el incremento de casos de positivos ocasionado por la sexta ola de la pandemia.
Para la organización colegial de la provincia de Las Palmas, que aglutina a los 8.000 enfermeros y enfermeras de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, el ofrecimiento de estos 400 sanitarios es un ejemplo más de la enorme implicación que los profesionales de la salud están demostrando en esta pandemia. Desde el inicio de la crisis, el colectivo enfermero, columna vertebral del sistema sanitario, ha multiplicado esfuerzos para sostener los servicios públicos de salud y poner en marcha los nuevos dispositivos específicos de contención y control de la enfermedad, como la atención domiciliaria, el seguimiento y rastreo de los casos positivos o la realización de pruebas diagnósticas, colocándose siempre al lado de la población y asumiendo los riesgos inherentes a la actividad, incluso cuando escaseaban el equipamiento y los materiales de autoprotección. Las enfermeras también dieron un paso al frente para asumir la responsabilidad y el liderazgo de la campaña de vacunación, un reto mayúsculo que se pudo llevar a cabo con notable éxito gracias al sobreesfuerzo de la enfermería canaria.
Escuchar a los profesionales
La implicación del colectivo enfermero continúa siendo máxima, pese a que el momento actual es muy preocupante. A punto de cumplirse dos años desde el comienzo de la pandemia, la situación de los servicios públicos de salud en Canarias comienza a ser insostenible, debido al incremento de la presión asistencial y a los errores de gestión cometidos por el SCS, que han derivado en el desánimo, la frustración y el hartazgo del personal sanitario.
En este contexto, el Colegio Oficial de Enfermería de Las Palmas considera urgente que el Gobierno de Canarias se deje asesorar por los profesionales. La experiencia en primera línea, en contacto directo con la población, debe ser escuchada y atendida por los responsables políticos con el fin de optimizar la gestión del sistema y corregir los errores que se están cometiendo. Para ello es imprescindible que el SCS abandone las decisiones unilaterales y adopte una dinámica de interlocución directa y permanente con las enfermeras y los demás profesionales sanitarios, a través de sus colegios profesionales.